Como espíritus teniendo una experiencia humana somos capaces de percibir y sentir muchos niveles de energía distintos con nuestros cuerpos. Estos distintos niveles de energía afectan la forma en como vemos las situaciones de nuestras vidas y como reaccionamos ante las mismas. Estos escalones energéticos van desde la apatía hasta el entusiamo, y cada uno de ellos tiene una frecuencia baja, media o alta, que nos induce a sentirnos mal o a sentirnos bien. Todos estos niveles nos ayudan a procesar nuestros sentimientos y a poder sanar las diferentes fases emocionales por las que pasamos. Es primordial que prestemos atención a como lidiamos con estos niveles, si estamos dándonos permiso de pasar por ellos, si los estamos resistiendo o si nos estamos quedando estancados. Cuando nos quedamos estancados en un nivel de energía bajo, se nos hace difícil ver más allá de lo que estamos experimentando, esto hace que nuestra frecuencia vibratoria sea tenue o pesada, hace que se nos haga difícil el perdonar o el ser compasivos con nosotros mismos y con los demás, y nos limita a la hora de tomar un paso hacia la creación de mayor libertad espiritual en nuestras vidas. Lo interesante de quedarse estancado, es el como reaccionamos cuando esto pasa; ¿lo resistimos, lo aceptamos, o intentamos con mucho esfuerzo salir de este nivel de energía? lo importante es poder estar lo suficientemente consciente de la situación, el poder decir por ejemplo, ¨OK, estoy apático, no me importa nada, no quiero hacer nada¨, y luego tomar la decisión de cambiar esa experiencia y de elevar tu frecuencia vibratoria. Mientras más bajo el nivel, más lento se mueve la energía. La apatía por ejemplo, tiene un nivel vibracional más bajo que la muerte, por eso cuando nos sumimos en la apatía, es casi imposible llevar a cabo acciones que en cualquier otra momento parecerían muy simples. A medida que nos damos cuenta de en que nivel de energía nos encontramos, y simplemente lo aceptamos, cuando no nos saboteamos, criticamos, o castigamos, entonces podemos comenzar a cambiar esa frecuencia en la que nos encontramos, y comenzar a identificar que tipo de situaciones nos llevan a quedarnos estancados en ciertos niveles. Existe una herramienta infalible para subir nuestra frecuencia vibracional, esa herramienta es el humor. !No es necesario estar de buen humor, para ponerte de buen humor! Esta frase podrá parecer tonta, pero es muy cierta. Nos tomamos a nosotros mismos muy en serio, y esto hace que la seriedad nos invada. La seriedad representa un nivel energético sólo un paso mayor a la apatía, lo que quiere decir que en la seriedad tampoco hay mucho movimiento. Cuando nos empezamos a reir de nosotros mismos, y a disfrutar del sentido del ridículo, entonces podemos elevar nuestra frecuencia facilmente. La próxima vez que te sientas estancado en un nivel de energía incomodo, imagínate algo completamente ridículo que te de risa, empieza a reirte de mentira, lo más seguro es que termines riéndote a carcajadas por lo ridiculo de la situación, o ve una película cómica, para así a través del humor drenar cualquier límite, o bloqueo de tu cuerpo y espacio que no te permita tomar los pasos que quieres para lograr movimiento, fluidez y la creación de milagros en tu vida. El nivel más alto de energía que podemos experimentar es el entusiasmo. Esta palabra significa tener inspiración divina, o estar inspirado por Dios, y cuando nos conectamos con esta energía en nuestro cuerpo, todo es posible.
Que el entusiamo por la vida te lleve a lugares que creías inalcanzables, y que la inspiración de Dios te guie hacia el cumplimiento de tus sueños. Que así sea.
Namaste
jueves, 20 de mayo de 2010
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